Conocí a Judith, mientras se ocupaba de las tareas del
hogar, en un viaje que realicé recientemente al sur de Zambia para ver de
primera mano el tipo de proyectos que el programa del Marco Integrado Mejorado
(MIM) quiere apoyar dentro del sector lácteo. Fue triste e inspirador a la vez
ver cómo el comercio local puede significar tanto para la subsistencia de las
personas. Gracias al apoyo del Fondo de Investigación Agrícola Golden Valley
(GART, por su sigla en inglés), Judith comenzó su negocio con tan sólo dos
vacas y ahora tiene diez. Se compró una bicicleta para llevar la leche a sus
compradores y, con los ingresos que consiguió, pudo mejorar la nutrición de la
familia, construir un hogar y mandar a su hija a la escuela.
En el terreno, es posible ver cómo el comercio se ha sumado a la lucha
contra la pobreza. En Bakota, también conocí a una anciana, llamada Esnert, que
trabaja para una cooperativa láctea, y ahora está ganando ZMK 10 millones
($EE.UU. 2.000) al año con sus 100 cabras, después de haber comenzado con
un salario anual de tan sólo ZMK 480.000 ($EE.UU. 96 dólares). En la
actualidad, la Sra. Esnert ha diversificado su actividad laboral hacia el
pastoreo de su ganado. Como resultado de ello, ahora la familia tiene una casa
y sus nietos están recibiendo una educación; además, el resto de la comunidad
también se beneficia gracias al suministro gratuito de leche, especialmente los
grupos de población vulnerables, tales como las personas afectadas por el
VIH/SIDA.
Al desarrollar la habilidad de los pequeños agricultores para aumentar su
producción y realizar operaciones de manera competitiva, se contribuye a crear
un futuro más autosuficiente, seguro y sostenible. La cooperación entre el
sector privado, los gobiernos, los donantes y el resto de los asociados puede
impulsar el comienzo de dicho proceso, con la ayuda del MIM para establecer
unas bases sólidas.
Acciones comerciales
y prioridades en materia de desarrollo
El programa del MIM, que opera en 47 de los países más pobres de África,
Asia y el Pacífico, reúne a todos aquellos con un interés especial en el
comercio y el desarrollo, a fin de identificar y actuar en sectores de comercio
prioritarios, tales como el lácteo, en los que el impacto sea mayor sobre el
terreno. El Estudio de Diagnóstico sobre la Integración Comercial (EDIC) y las
herramientas de Action Matrix ofrecen un marco adecuado, a fin de que los países
trabajen conjuntamente e impulsen actividades y proyectos prioritarios para
promocionar el comercio. El Fondo Fiduciario del MIM, que cuenta con el apoyo
de 23 donantes, también ofrece asistencia para fortalecer las instituciones
comerciales, así como para situar el comercio y el desarrollo como temas
centrales de los programas gubernamentales. En Liberia, por ejemplo, las
reformas llevadas a cabo en los regímenes aduaneros y la reducción de los
trámites burocráticos contribuyeron a que el país ascendiese 15 puntos en la Encuesta
Doing
Business del Banco Mundial en tan sólo dos años. Asimismo, el sector privado, en
su condición de motor de crecimiento económico, debe estar totalmente
comprometido desde el principio.
A nivel nacional, el Comité Directivo Nacional (CDN) del programa está
llevando a cabo una mejor coordinación en materia de comercio, junto con la
coordinación gubernamental, la Unidad Nacional de Ejecución y el facilitador de
donantes. El Comité reúne a diferentes ministerios, el sector privado, la
sociedad civil, los asociados para el desarrollo y otros grupos interesados. En
Zambia, el CDN está presidido por un representante del sector privado. En
Camboya y la República Democrática Popular Lao, la presidencia la desempeña un
alto cargo ministerial. No obstante, lo más importante es que el foco de
atención se centre en el establecimiento de prioridades relacionadas con el
comercio que hayan sido aprobadas claramente, así como en la obtención de
resultados que repercutan positivamente en las comunidades; ejemplos
ilustrativos de ello son Monze y Bakota, donde han logrado aumentar los
ingresos y crear nuevas oportunidades para la generación venidera.
El MIM ofrece apoyo para los pasos que se deben seguir en el futuro, entre
los que se encuentra convertir esas prioridades aprobadas en proyectos
factibles y sostenibles; asimismo, el Fondo Fiduciario del MIM proporciona
financiación para ayudar a los agricultores, los comerciantes y las empresas a
avanzar. En la actualidad, existen fondos disponibles para que los países
puedan utilizarlos; aunque se trata de ayudas de pequeña envergadura, al menos
son suficientes para empezar el proceso y prepararse para recibir más apoyo a
través del presupuesto nacional u otra forma de asistencia por parte de los
asociados para el desarrollo. Todo ello forma parte de un enfoque más amplio de
APC, en el que los países utilizan el MIM como plataforma para atraer
financiación para la Ayuda para el Comercio a partir de otras fuentes. En
Camboya y la República Democrática Popular Lao, el Enfoque Sectorial para el
Comercio y el Servicio para el Fomento del Comercio recaudaron
$EE.UU. 16,5 millones y $EE.UU. 6,8 millones respectivamente, como
ayuda adicional.
Superar los
obstáculos que dificultan el comercio
Aquí es donde iniciativas como la de apoyar a los
pequeños agricultores del sector lácteo en Zambia entran en acción. El MIM
cuenta ya con más de 20 proyectos en curso, destinados a hacer frente a los
obstáculos que dificultan la actividad comercial, por un lado, en sectores en
los que se busca un crecimiento de las exportaciones, el cumplimiento de las
normas y un mayor valor añadido; y por otro, en servicios, como por ejemplo el
turismo. Las agencias asociadas del MIM (el Fondo Monetario Internacional, el ITC,
la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, el Programa
de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el Banco Mundial, la Organización
Mundial del Comercio y la Organización de las Naciones Unidas para el
Desarrollo Industrial) proporcionan la ayuda técnica necesaria para el
desarrollo de proyectos, ofrecen cursos de formación y colaboran en la
ejecución de los proyectos cuando es necesario.
Si tomamos como ejemplo el famoso caso del sector del
mango en Malí, veremos que verdaderamente tiene sentido trabajar siguiendo los
modelos que funcionan. Así, con el apoyo del MIM (que supuso la formación de
productores sobre normas generales y calidad de producción, así como la
ampliación del acceso a créditos), los asociados contribuyeron a que los
volúmenes de exportación aumentaran en un 257% en cinco años, al mismo tiempo
que ayudaron a promocionar las asociaciones entre los sectores público y
privado. En la actualidad, el cambio en la cadena de valor hacia productos a
base de mango, como la mermelada, implica que las cooperativas de mujeres
recibirán más apoyo, sobre todo gracias a la participación activa del sector
privado. Este modelo se replicará en otros sectores prioritarios, entre los que
se incluyen la goma arábiga y la manteca de karité.
Dada la presión que existe a nivel económico debido al clima mundial
actual, resulta vital hacer hincapié en la importancia de mostrar un buen
equilibrio entre calidad y precio, haciendo un seguimiento de qué funciona en
cada momento y cómo. Esto último supone buscar innovaciones y sinergias, así
como garantizar que se presta más atención que nunca al comercio y al
desarrollo, especialmente en los países que siguen experimentando más desafíos
a la hora de emprender actividades comerciales a escala mundial. Durante la
Cuarta Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Países Menos Adelantados,
celebrada en mayo de 2011 en Estambul, y el Tercer Examen Global de Ayuda para
el Comercio, celebrado en julio de 2011 en Ginebra, el MIM fue considerado como
uno de los elementos clave para ayudar a los países más pobres a integrarse en
el sistema de mercado global.
Con todo, lo que ahora
se necesitan son más resultados. Ello contribuirá a que las asociaciones de
países del MIM, así como los donantes, las agencias asociadas y las partes
interesadas nacionales renueven sus esfuerzos y su compromiso; y a que el
sector privado participe tanto a nivel nacional como local. No podemos
defraudar a personas como Judith y Esnert. Con un poco de ayuda, se están
labrando un brillante futuro comercial en sus propios términos.