Frente al creciente interés global por la cultura y el ecoturismo, a las comunidades indígenas de países en desarrollo se les ofrecen oportunidades de posicionar su producto peculiar en el sector mundial. Mediante asociaciones estratégicas, capacitación y prácticas sostenibles, las comunidades indígenas pueden crear experiencias turísticas que apoyen su cultura y su potencial de negocios a largo plazo.
Entrevista a John Morse Asesor de turismo indígena
Ex Director Gerente de la Comisión Australianade Turismo, hoy trabaja casi exclusivamente con aborígenes y otras comunidades de Australia.
FC: ¿Cómo se crea un producto turístico indígena que sea viable sin sacrificar el medio ambiente donde viven esas comunidades y su cultura?
JM:
Los indígenas tienen que comprender que su cultura tiene un valor comercial, lo que a veces resulta difícil. Mi mantra respecto al turismo indígena siempre fue que el mejor método es: ‘alto rendimiento y bajo impacto.’ En otras palabras, es importante que las comunidades indígenas atraigan tanta gente como sea posible y que pague tanto dinero como sea viable por el enorme privilegio de compartir y conocer esa cultura, así como a los integrantes de esas comunidades.
FC:
Ante el creciente interés internacional por el turismo cultural, ¿cómo pueden las comunidades indígenas de países en desarrollo aprovechar las oportunidades que ofrece esa tendencia?
JM:
Las comunidades indígenas tienen que elaborar a partir de ese algo del que disponen y que el resto del mundo quiere descubrir. El turismo del siglo XXI consiste en que las personas se conecten entre sí, con el planeta y la cultura para vivir experiencias reales, no solo fotográficas. La demanda global de ese tipo de experiencia está en aumento y cuando viaja, la gente realmente quiere aprender, descubrir y conectarse con experiencias culturales que le enriquezcan.
También hay una ventaja, a medida que el mundo se va globalizando y homogenizando cada vez más, las culturas indígenas son capaces de conservar un producto turístico sin parangón, lo que aumenta su potencial mundial de generar ingresos y ganancias para sus comunidades y reconocer el valor de preservar su cultura. Además, la recuperación de valor es directa por la venta de productos y servicios culturales y platos indígenas para negocios relacionados.
FC:
¿Qué rol desempeñan las asociaciones en su enfoque estratégico del turismo indígena?
JM:
Las comunidades indígenas tienen ‘el producto’, pero en muchos casos carecen de capital, competencias de administración de empresas y marketing y, lo que es más importante, conexiones con la corriente principal del sector de viajes. Al trabajar con asociados, las comunidades se pueden concentrar en desarrollar y procurar el producto (la experiencia), mientras que los otros pueden contribuir a liberar el potencial de negocios, lo que es un bono de valor compartido.
FC:
¿Quiénes son los actores clave en el modelo asociativo?
JM:
Todos los actores clave forman parte del canal de distribución, es decir, quienes ofrecen la producción y las instituciones financieras que les respaldan, a través de los operadores turísticos del país, mayoristas y minoristas, que venden el producto al consumidor. Pero otro canal es Internet y, a medida que vayamos avanzando, cobrará cada vez más importancia en el desarrollo turístico, sobre todo, por las posibilidades que ofrece a las PYME de conectarse directamente con el consumidor. En el futuro, verá que habrá gente capaz de buscar experiencias indígenas y esa será la forma en que las comunidades indígenas podrán participar en el mercado y eso tendrá mayor impacto a medida que más turistas sepan utilizar Internet para buscar y reservar experiencias de viaje incomparables, lo que a su vez, plantea a los dueños del producto, el reto de capacitarse de inmediato.
FC:
¿Qué función le cumple a los gobiernos para facilitar el turismo en comunidades indígenas?
JM:
En ningún caso, el turismo indígena necesita apoyo gubernamental para tener éxito; los gobiernos tienen que empezar a pensar a más largo plazo y con mayor coherencia acerca de esas comunidades y apoyar un método paulatino porque el desarrollo de dicho turismo tiene que ser lento y centrarse en el largo plazo. Esa es la mejor chance de hacer lo correcto y reducir el riesgo de comprometer la cultura.
FC:
¿Cuáles son los peligros probables de los que hay que precaverse?
JM:
Es importante precaverse de personas u organizaciones que quieren utilizar la cultura indígena en su propio provecho comercial sin contrapartida alguna. También existe el peligro de un desarrollo demasiado rápido; es importante que en ese desarrollo la cultura no solo sea reina, sino también protegida. Se trata del futuro de las culturas indígenas, de la próxima generación y de seguir perpetrando su tradición.
Las seis claves del éxito
1. Apuntar a un alto rendimiento y un bajo impacto
2. Crear ricas experiencias culturales
3. Establecer vínculos con proveedores locales
4. Promover a asociados apropiados para que contribuyan al crecimiento del negocio
5. Capacitar en tecnología del negocio al consumidor (B2C por su sigla en inglés)
6. Conservar la integridad cultural, mantenerla real