Durante el Tercer Examen Global de la Ayuda para el Comercio, se exploraron
y examinaron satisfactoriamente tanto los éxitos alcanzados como los desafíos
de la iniciativa Ayuda para el Comercio (APC), de seis años de duración. APC,
una iniciativa destinada a ayudar a los países en desarrollo (PED) a expandir
su oferta y su capacidad productiva, así como su acceso al mercado, se ha
convertido en una plataforma esencial para vincular el comercio con las
cuestiones relativas al desarrollo. A medida que la iniciativa fue adquiriendo
más profundidad y alcance, el sector privado también fue mostrando un mayor
compromiso con las organizaciones gubernamentales, regionales y de la sociedad
civil de la APC. En efecto, el sector privado se comprometió tanto en su condición
de proveedor de experiencia y transferencia de conocimientos, como de primer
beneficiario de la capacidad institucional creada a través de los proyectos de
APC.
El desarrollo del sector privado constituye uno de los puntos centrales del
programa de APC. La importancia de impulsar la participación de los actores
privados a lo largo de toda la cadena de valor en los países menos adelantados
(PMA) y los países de ingresos bajos está cada vez más clara, pues se está
ampliando la red de proveedores por medio de inversiones en materia de
capacidad y competitividad de los productores, los comerciantes y las
instituciones de apoyo al comercio (IAC). La participación del sector privado
es esencial para garantizar que la asistencia comercial proporcionada por los asociados
para el desarrollo ofrezca resultados sostenibles. Además resulta cada vez más
claro que las inversiones extranjeras directas (IED) suelen venir de la mano de
acciones importantes que conllevan la actualización de las capacidades de los
proveedores locales para entrar en nuevas cadenas de valor. En esto consiste
APC.
Durante el Tercer Examen Global, se destacó el papel cada vez más decisivo
del sector privado. En sus observaciones finales, el Director General de la
OMC, Pascal Lamy, hizo especial hincapié en la mayor participación del sector
privado. Su comentario sobre la necesidad de transformar APC en una ‘Inversión
para el Comercio’ se centró en que la consecución de una mayor participación
del sector privado en la iniciativa supondría un aumento en las motivaciones y
oportunidades económicas.
En la sesión plenaria sobre ‘El acceso a las cadenas de valor mundiales del
sector privado,’ se presentaron asociaciones entre grandes empresas, como
Walmart y Danone, y los productores de los PED, al igual que el trabajo
innovador del ITC en relación con las cadenas de suministro de café. La
cantidad y el impacto de este tipo de iniciativas de colaboración y las
inversiones en la cadena de valor están creciendo y, además, están trazando una
nueva vía para el futuro en lo que se refiere a la participación de las
empresas en la creación de capacidad comercial.
La OMC ha tratado de mostrar el papel tan destacado de las empresas desde
diferentes perspectivas. Además de conseguir que las cuestiones relacionadas
con el sector privado formen parte de los programas de trabajo de APC, y de
invitar a la comunidad empresarial a participar en los Exámenes Globales, la
OMC sigue trabajando estrechamente con el ITC, el Banco Mundial y las ramas del
sector privado de los bancos de desarrollo regionales, a fin de asegurar que
las opiniones, las prioridades y la experiencia de la comunidad empresarial se
tienen en cuenta. Con todo, el sector privado no constituye un grupo homogéneo.
El diálogo con las pequeñas empresas y las microempresas se centra en sus
necesidades en materia de capacidad comercial y las restricciones comerciales a
las que tienen que hacer frente; no obstante, también suelen entablar debates
con grandes empresas multinacionales sobre cómo encontrar la mejor manera para
asociarse tanto con los donantes tradicionales como con los nuevos, con el fin
de apoyar proyectos de infraestructura y su entrada en la cadena de valor. El
ITC ha sido líder en este aspecto, especialmente a través de sus encuestas por
país, las cuales mostraron las deficiencias existentes en materia de
asistencia. Resulta esencial ver las dos caras de la moneda: el sector privado
como asociado y como receptor.
En 2009, los recursos destinados a la iniciativa APC alcanzaron los
$EE.UU. 40.000 millones, la cifra más alta registrada hasta ahora por el
marco de seguimiento de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos (OCDE) y la OMC. De esta cifra total, $EE.UU. 18.200 millones
se invirtieron en la creación de capacidad de producción, y por primera vez
desde la puesta en marcha del marco, la categoría de desarrollo de capacidad
productiva fue la que recibió un mayor desembolso por parte de APC. La gran
mayoría de estas ayudas se centran en la mejora de la productividad en los sectores
de la agricultura, la producción y los servicios. Esta ayuda facilita la
modernización de los procedimientos seguidos por las empresas y los patrones de
producción, y favorece la creación de bienes y servicios competitivos y
preparados para su exportación. Esto es APC para el sector privado: la mejora
de la productividad y del potencial comercial de las empresas.
Otro de los componentes fundamentales del marco es el llamamiento a las
empresas para presentar historias de caso. La presentación de dichas historias
ha sido diseñada para actuar como canal de comunicación entre los niveles
nacional y regional, y el mundial, a fin de proporcionar información sobre el
funcionamiento de la iniciativa APC, qué logros y qué deficiencias se han
registrado, y las lecciones aprendidas de los éxitos alcanzados y los desafíos
encontrados en las intervenciones de APC. La respuesta obtenida (275 historias)
ofreció información importante sobre el papel del sector privado en lo relativo
al apoyo de proyectos y programas emprendidos por APC; además, sugirieron
nuevas ideas sobre cómo las empresas podrían contribuir más a la hora de
garantizar la sostenibilidad del proyecto.
Las historias ilustraron claramente la importancia de la participación del
sector privado como proveedores de inversiones relacionadas con el comercio, y
como asociados en la ejecución de los proyectos y los programas de APC. En
algunas de las historias, se observó cómo el éxito conseguido en un proyecto de
APC podría verse reforzado si fuera de uso directo para el sector privado, como
por ejemplo el apoyo prestado por ONUDI para la acreditación de laboratorios de
pruebas en Sri Lanka y Pakistán. Dicho apoyo no sólo dio lugar a un aumento de
los servicios de realización de pruebas, sino también de los ingresos de los
laboratorios, ya que la comunidad empresarial comenzó a pagar por la
utilización de los servicios. En la historia de Nueva Zelandia sobre las
mujeres y el desarrollo empresarial en Samoa, las relaciones en materia de
desarrollo entre las familias de Samoa y las organizaciones internacionales del
sector privado facilitaron el establecimiento de nuevos vínculos con mercados
mundiales para los productos ecológicos de Samoa, en especial gracias a las
asociaciones con el sector privado a nivel mundial. En otras historias, como la
de Burundi sobre el desarrollo de la industria de aceites esenciales, se
reafirmó la importancia de promover la participación del sector privado para
dar prioridad a las necesidades comerciales y las estrategias de diversificación
de las exportaciones.
Muchas de las experiencias presentadas hicieron hincapié en la importancia
de la participación del sector privado como un elemento esencial para ajustar
eficazmente la oferta y la demanda de APC. El mensaje transmitido por muchas de
las historias fue la necesidad de crear un entorno propicio para la interacción
empresarial, así como de promover la voz del sector privado a todos los
niveles.
La Secretaría de la OMC emprendió un análisis exhaustivo de las 275
historias enviadas por los Miembros de la Organización, los Miembros
adherentes, las organizaciones regionales e internacionales, el mundo
académico, la sociedad civil y la comunidad empresarial. A la hora de evaluar
el éxito o el fracaso de los proyectos y los programas de APC, se determinó que
la inclusión o la exclusión del sector privado fue uno de los factores que
repercutieron directamente en los resultados. En 24 de las historias, la falta
de iniciativa y participación por parte del sector privado en los proyectos y los
programas de APC repercutió negativamente en los resultados. Cuando se
analizaron los factores que contribuyeron al éxito de los proyectos y los
programas puestos en marcha, en 97 historias se resaltó que el compromiso y la
participación del sector privado, tanto en la definición de necesidades como en
la colaboración para la ejecución de proyectos, fueron elementos fundamentales
en el éxito de los resultados finales.
Aun cuando las experiencias recogidas constituyen tan sólo una pequeña
parte de toda la creación de capacidad comercial que se ha proporcionado a los
PED, resulta claro que, cada vez más, se reconoce al sector privado como un
asociado clave que contribuye a aumentar las probabilidades de éxito y la
sostenibilidad de los beneficios de un proyecto de APC. A pesar de los desafíos
que existen en la atribución y la medición del impacto exacto de la asistencia
para el comercio, la reducción de la pobreza y el desarrollo, la participación
del sector privado en el diseño y la puesta en marcha de APC pueden aumentar
las probabilidades de conseguir no sólo resultados de éxito, sino también un
impacto positivo.
APC se ha convertido en una verdadera asociación mundial. Más aún, el
Tercer Examen Global 2011 ha determinado que APC está consiguiendo importantes
resultados. El discurso del Examen ha ido avanzando desde uno basado en la
vinculación de la oferta y la demanda de APC hasta otro que también incluye el
estudio de la eficacia de dicha iniciativa. La OMC mantendrá su papel promotor,
y utilizará su poder de convocatoria y su labor de seguimiento para movilizar
la financiación de APC; asimismo, hará hincapié en las necesidades de sus
Miembros y observadores, y presentará ejemplos ilustrativos de puestas en
marcha eficaces en las reuniones del Comité de Comercio y Desarrollo y los
exámenes regulares.
A lo largo del Examen Global se han identificado una serie de elementos a
los que habrá que prestar más atención en el futuro. Algunos de ellos se
tratarán en el programa de trabajo sobre APC 2012-2013, incluidos la mejora de
la eficacia de la ayuda y de los sistemas de información, una mayor atención en
las dificultades de algunos países en los procesos de integración, la promoción
de una mayor integración regional, y la continuidad de los esfuerzos para conseguir
la participación del sector privado, tanto como una fuente potencial de
financiación como en términos de implementación.
Aun cuando la OMC sigue manteniendo su punto de mira
en la iniciativa APC, y el comercio y la comunidad para el desarrollo siguen
trabajando para concluir este nuevo programa de trabajo bienal, que dará lugar
al Cuarto Examen Global en 2013, lograr la participación del sector privado
continuará siendo una prioridad. Esto es esencial para que los esfuerzos en pro
del desarrollo sean sostenibles y se puedan identificar nuevas
fuentes de financiación.
La iniciativa APC es
ahora más madura gracias a la expansión del marco conceptual y de diálogo.
Mientras el comercio internacional y la comunidad para el desarrollo seguirán
prestando una mayor atención al papel de las cadenas de suministro mundiales y
el comercio basado en actividades, la experiencia y las contribuciones
económicas del sector privado adquirirán, si cabe, un mayor valor.