Mientras trata de aumentar su participación en el comercio
mundial, tanto con interlocutores tradicionales como en nuevos
mercados, África debe adoptar nuevas estrategias para no quedar
rezagada. El continente tiene que superar el gran problema de la
dependencia con respecto a la exportación de productos básicos
(petróleo, minerales preciosos, algodón y otros monocultivos),
impulsando la manufactura y la exportación de productos terminados
y ofreciendo servicios competitivos a nivel mundial.
Transformar las economías
Entre los servicios, el sector fi nanciero se singulariza por su
enorme capacidad para transformar las economías mediante el aumento
del comercio y la inversión. Ignorar el potencial de los variados
sectores fi nancieros africanos equivale a ignorar la mayor y más
interesada fuente de crecimiento del continente.
La demanda de fi nanciación comercial en África excede con
creces la oferta, ya sea de entidades comerciales o no comerciales,
extranjeras o locales. Paradójicamente, en muchos mercados
africanos los capitales no escasean. Por ejemplo, el banco central
de la Unión Económica y Monetaria del África Occidental (formada
por ocho países) tiene un excedente de tesorería de más de US$
2.000 millones.
Ni el comercio ni la inversión aumentarán sufi cientemente si no
existe un sector fi nanciero regional innovador y competitivo, que
facilite un acceso adecuado al capital institucional. En el fondo,
las nociones tradicionales ayuda al desarrollo ignoran e incluso
suplantan al sector financiero regional.
Los bancos africanos pueden colmar este
déficit
En África, la banca comercial está dominada por las filiales de
corporaciones bancarias europeas de ámbito mundial, concentradas en
la financiación comercial a corto plazo de exportaciones de
productos básicos. Por su parte, los bancos africanos tienen un
interés particular en colmar el déficit de oferta de financiación
comercial en los sectores mal atendidos, como las pequeñas
transacciones comerciales a largo plazo, o con escaso valor
añadido.
Por ejemplo, los países productores de petróleo bruto que no
refinan pueden encontrar mercados en países vecinos no productores
de petróleo, pero con capacidad de refinación. Los productores de
algodón, como Malí, pueden exportar prendas a medio terminar a
países que, tras su acabado final, las reexportarán a través de
puertos estratégicamente ubicados en Ghana, Mauritania o Senegal,
con rápidas conexiones hacia países occidentales.
Otros países pueden producir materiales perfeccionados de
construcción de viviendas para la exportación, mientras que otros
cuentan con mercados financieros y capacidad institucional para
ofrecer hipotecas.
La clave: reducir los riesgos
¿Qué estrategias y competencias deben tener los bancos africanos
para asumir las clases de transacciones que los bancos mundiales
rechazan sistemáticamente? Lo esencial es lograr mejores niveles de
calificación profesional para evaluar y mitigar los riesgos. Ante
todo, se deben diseñar métodos de recopilación de datos específicos
para evaluar riesgos crediticios no registrados previamente, que
luego se controlarán mediante diversos mecanismos de ingeniería
financiera y estrategias de cobertura.
Más importante aún, para repartir los riesgos, los bancos
africanos deben formar sindicatos, nacionales y transnacionales.
Estos sindicatos deberían ser capaces de aplicar diversas técnicas
financieras a fin de transferir los riesgos comerciales a los
mercados, la primera de las cuales es la titulización de activos.
Deben adquirir la ingeniería financiera y las competencias de
gestión de riesgos que suelen conseguirse en sindicaciones
internacionales entre bancos mundiales y asociados locales.
Una posibilidad es la contratación estratégica y el recurso a
consultores, pero también la obtención de mejores acuerdos con
asociados internacionales. Por ejemplo, se puede intercambiar
información sobre los mercados locales contra formación en
ingeniería financiera y gestión de riesgos.
Romper el statu quo
El comercio es un factor esencial para el crecimiento sostenible
de África. Los bancos africanos son más aptos que los bancos
extranjeros para atender los intereses locales y regionales. Por
ende, a menos que los bancos africanos encabecen la promoción de la
financiación comercial, habrá mucho menos capitales a disposición
del comercio regional de productos y servicios.
Si los bancos africanos logran orientar eficazmente los
capitales de África a donde más se necesiten, llegará un día en que
una prenda de vestir exportada por Malí marcará tal vez la moda del
año. Tales cambios sólo serán posibles cuando el sector financiero
africano, y sus asociados mundiales, rompan el statu quo.
James French (french@pangeaglobal.net)
trabajó para el Citigroup, como jefe de Hacienda, Mercados de
Capitales y Financiación de Empresas en África Central y
Occidental. Es fundador de Pangea Global Financial Solutions,
empresa especializada en inversión privada, servicios de inversión
y mercados de capitales en África.
Swazilandia estudia sus opciones de financiación
comercial
"En el marco de nuestra promoción de la exportación de
servicios, organizamos un encuentro en red para bancos e
instituciones financieras. Comprendimos entonces que era necesario
buscar un modelo de financiación para pequeñas empresas. Tres
miembros del Gobierno - inclusive el Director del Banco Central -
se reunieron con los bancos comerciales locales. Ahora, estamos
creando un grupo técnico que asesorá al Ministro de la cartera de
industria en lo relativo a la financiación de los pequeños
exportadores de servicios."
Zodwa Mabuza, Director de Comercio de la Federación de
Empleadores y Cámaras de Comercio de Swazilandia