Ahora que el sistema financiero mundial se está reconfigurando,
llegó la hora de que instituciones financieras y órganos
reguladores reconozcan que las mujeres representan un mercado
emergente. Se necesitan políticas financieras más inclusivas para
la mujer. Cuando la recesión quede atrás, las mujeres generarán la
mayor parte del crecimiento de los ingresos1, pues
ahorran más y también gastan más en educación, salud y bienestar
familiar.2 Las empresas de mujeres y las grandes
corporaciones que tienen un alto número de ejecutivas también se
desempeñan mejor.3
En la Estrategia a Mediano Plazo 2008-2012 del Grupo del BAD se
aboga por una mayor selectividad en el plano sectorial, un sector
privado más sólido y la incorporación de consideraciones de género
en todas las operaciones del Grupo.
Al respecto, en marzo de 2010 se celebró en Nairobi la primera
Cumbre Económica de Mujeres Africanas donde formuladores de
políticas, reguladores, proveedores de servicios financieros e
instituciones de financiación del desarrollo acordaron mejorar el
acceso de la mujer a los servicios financieros y acelerar la
promoción de mujeres a funciones de liderazgo en ese sector.
El evento fue organizado por el BAD y la organización New Faces,
New Voices, red liderada por Graça Machel que engloba a mujeres
profesionales del mundo empresarial y las finanzas de toda África.
Apoyando a empresarias y respaldando la incorporación de la
perspectiva de género y una mejor inclusión financiera de la mujer,
el BAD favorece un crecimiento más equitativo y la creación de
mayores oportunidades para el sector privado y la integración
económica. Asimismo, canaliza recursos hacia las mujeres africanas
y capacita con enfoques innovadores. Sus intervenciones se orientan
a motivar a instituciones financieras y entidades de microfinanzas
para que inviertan en las mujeres ofreciéndoles capital, crédito,
capacitación y medidas de respaldo y garantía de préstamos.
En cuanto a las microfinanzas,
dos fondos de capacitación apoyarán a instituciones financieras,
microempresas y pequeñas y medianas empresas (PYME): el Fondo
Fiduciario de Microfinanzas y el Fondo de Migraciones y Desarrollo
cuyo objetivo es reducir los costos de transferencia y fomentar el
desarrollo económico local con productos financieros
innovadores.
En lo que se refiere a las PYME, en 2004, el BAD puso en marcha
la Iniciativa Empresarias Africanas que combina medidas de apoyo
financiero y capacitación destinadas a intermediarios financieros
para que mejoren sus servicios a las empresarias y les ayuden a
superar escollos. Además de las barreras culturales y sociales por
consideraciones de género, la dificultad de acceso al crédito es el
principal obstáculo con que tropiezan las empresarias africanas
para hacer crecer sus empresas. En el marco de esa iniciativa, un
programa de garantía bancaria parcial para aquellas empresarias que
se proponen aumentar sus actividades facilita el acceso al crédito
a propietarias de PYME de Camerún y Kenya. Recientemente, en
Tanzanía y Zambia se iniciaron otros programas de garantía parcial
para PYME y las mujeres representan el 20% de los
beneficiarios.
En la citada iniciativa también se reconoció que la
globalización es una oportunidad importante para las empresarias y
se está elaborando un programa regional de desarrollo de las
exportaciones y apoyo a la competitividad que les ayudará a
modernizar sus actividades e incorporarse a los mercados de
exportación. El objetivo es identificar nuevos segmentos de
exportación, promover estrategias nacionales de exportación y
productos con alto valor añadido, crear herramientas de
capacitación y apoyar la financiación de exportaciones. En el marco
de esta iniciativa se apoyó la creación de la plataforma 'Candgo'
en Internet, destinada a asociaciones de mujeres y empresarias y se
financiaron un mercado de empresa a empresa y cursos de formación
en línea que facilitaron la integración de empresas de mujeres
africanas en la economía mundial. A su vez, el BAD fomentó la
formación de redes entre asociaciones de mujeres para promover el
intercambio de conocimientos y experiencias organizando
conferencias panafricanas y potenciando la capacidad de tales
asociaciones en Camerún, Egipto y Sudáfrica.
En un quinquenio se financiarán
por lo menos 2.350 microempresas y PYME de mujeres; además, 500.000
mujeres depositantes y 200.000 mujeres prestatarias se beneficiarán
de proyectos del servicio de operaciones para el sector
privado.
El Fondo Africano de Garantía, creado por recomendación de la
Comisión para África y dirigido por el Gobierno danés, es otra
respuesta sostenible a la proverbial escasez de financiación para
PYME. Su objetivo es recaudar $EE.UU. 300 millones como capital de
garantía en un quinquenio, a partir del año próximo, para aumentar
la disponibilidad de financiación a largo plazo y la capacitación
mediante programas de garantía de préstamos.
Por último, en respuesta a la crisis financiera mundial, en 2009
se puso en marcha una iniciativa de financiación del comercio de
$EE.UU. 1.000 millones. Hasta ahora, se asignaron $EE.UU. 785
millones para paliar la escasez de liquidez de dicha
financiación.
El BAD considera que promover la autonomía económica de la mujer
africana puede generar beneficios significativos. El reciente
aumento de 200% del capital le permitirá ampliar sus intervenciones
de ayuda a empresarias. 'En efecto, África está abierta a los
negocios y el negocio del BAD es hacer que así sea,' declaró Donald
Kaberuka, Presidente del mismo, en mayo de 2010.
1Michael J. Silverstein and
Kate Sayre: Women Want More (Nueva York, HarperBusiness,
2009).
2Estudios de FinMark Trust en los
que se utilizan encuestas de FinScope, 2009.
3McKinsey, Georges Desvaux: Women
Matter, 2009.