© Centro de
Comercio Internacional, Forum de Comercio Internacional - No.
3/2004
Retos
Las empresarias pueden ser ignoradas por los planificadores del
comercio y el desarrollo.
Muchas empresarias - independientemente de que dirijan grandes o
pequeñas unidades - no participan en los círculos frecuentados y
escuchados por quienes definen las políticas. La mayoría está
confinada en ámbitos económicos marginales, como las microempresas
y las empresas informales; en algunos países, controlan hasta el
70% de estos sectores.
Por su parte, las entidades que tratan de cuestiones comerciales -
ministerios, cámaras de comercio, programas de exportación y
asociaciones - no se ocupan específicamente de las empresarias,
dejando ese terreno a las organizaciones femeninas. Por ende, en la
ayuda a las exportaciones no se suelen tomar en consideración sus
intereses o necesidades. Por ejemplo, hay muchas empresarias en el
sector de servicios, mientras que la ayuda a las exportaciones se
concentra en el comercio de bienes.
Las tradiciones culturales también pueden frenar una participación
más destacada de las mujeres en la vida económica. Por ejemplo, el
entorno actúa a veces como factor disuasivo informal contra el
trabajo femenino fuera del hogar; la legislación de algunos países
prohíbe que las mujeres hereden bienes, lo que restringe al mínimo
su capacidad comercial.
Si bien es cierto que los problemas que afrontan las mujeres son
comunes a todas las pequeñas empresas - crédito, contactos y
capacitación -, estas dificultades son multiplicadas por la falta
de acceso a las redes que podrían ayudarles a competir en el
mercado mundial.
En realidad, la experiencia del CCI muestra que cuando las mujeres
tienen la posibilidad de desarrollar sus empresas, los países
pueden recoger enormes beneficios. Muchas exportadoras cumplen
también una función de "promotoras sociales". Con su experiencia,
demuestran que el compromiso con el desarrollo es indisociable de
los esfuerzos por incrementar las exportaciones. Desde una y otra
perspectiva, estimular a las mujeres a montar sus propias empresas
es una opción acertada.
Soluciones
- Formar redes. Dar prioridad a la incorporación
de grupos de mujeres a cámaras de comercio y asociaciones
sectoriales y profesionales, y fomentar las redes de cooperación
entre autoridades, expertos internacionales y empresarias. Vincular
entre sí a grupos de empresarias para alentar su comunicación y la
cooperación sobre cuestiones comerciales.
- Financiación. No hay que limitarse al
microcrédito. Se debe alentar a las entidades de crédito a evaluar
adecuadamente el riesgo de la financiación a las exportadoras, y
enseñar a las mujeres cómo obtener préstamos.
- Capacitación. Informar a las exportadoras
sobre la capacitación para exportar, y asegurar que tengan acceso a
la misma.
- Visibilidad. Dar a conocer el éxito de las
exportadoras, por ejemplo, creando galardones para las mujeres que
se impongan en el comercio internacional.
- Apoyo social. Evaluar las necesidades
específicas de apoyo de las mujeres, como unidades sanitarias
móviles, licencia de maternidad y cuidado de los hijos.
- Tecnología. Aunar recursos para integrar las
tecnologías de la información y las comunicaciones a una gestión
más eficaz y la búsqueda de nuevos mercados.
Aporte del CCI
- El CCI integra a las mujeres en sus programas
de fomento del comercio y mejora su acceso al apoyo comercial y la
información empresarial. El CCI invita a las asociaciones de
empresarias (cuyos datos ha reunido en un directorio) a asistir a
sus seminarios sobre exportación de servicios, con lo que la
participación de las mujeres ha pasado de 4% a 20%.
El Foro Ejecutivo del CCI sobre Estrategias Nacionales de
Exportación de 2004 estudia una integración más sistemática de las
cuestiones de género en las estrategias exportadoras. El Programa
de Fomento de la Capacidad Comercial de África, impulsado junto con
la Oficina de Promoción del Comercio con Canadá, ayuda a las
asociaciones femeninas del África Subsahariana a conectarse con las
redes comerciales y lograr capacidades de gestión de las
exportaciones.
El CCI evalúa los componentes de género de los proyectos, sobre
todo en materia de reducción de la pobreza. Además, ayuda a las
empresarias de los sectores artesanal, textiles y prendas de
vestir, agrocomercial y servicios a sacar un mejor provecho de sus
oportunidades comerciales utilizando las TIC.
- El CCI crea conciencia y rebate las ideas
preconcebidas sobre el papel de las mujeres en el
desarrollo económico y social, por medio de publicaciones y
estudios de caso dedicados específicamente a cuestiones
femeninas.