Forum de Comercio Internacional - No. 3/2009, Chloé
Mukai, ITC para Forum de Comercio
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© Carmina Campus |
FC: ¿Cuáles son los mayores retos de fabricar una
colección desde África?
IVF: El primer reto consiste en facilitar al
colectivo de mujeres la oportunidad de recibir formación en el
empleo en materia de producción para que lleguen a ser
autosuficientes. Su pobreza no es sólo material, tampoco tienen
conocimientos. El proyecto les ofrece la posibilidad de adquirir
nuevas competencias y ese es el primer paso de una capacitación que
les permita encontrar su propio camino a la autonomía. Espero que
algún día los bolsos terminados puedan llevar la etiqueta Made in
Africa.
FC: ¿Cuál es su definición de "moda ética"?
IVF: Para mí "ético" significa "lo que está
bien". Últimamente, la palabra se ha convertido en un tópico, pero
en mi opinión merece mayor atención. En la moda, como en otros
campos, necesitamos claros esquemas de rastreo para conocer tanto
el origen de los productos como el tipo de procesos de producción.
De ahí que me sienta protegida y reafirmada por el hecho de que el
ITC apoye y supervise mi proyecto.
FC: En términos de compromiso social y ambiental, ¿qué
significa para usted este proyecto de Camerún?IVF: Quiero pensar que el proyecto permitirá
que Carmina Campus forme parte de un nuevo sistema económico y
productivo en el que los bienes se valoren basándose en el diseño
responsable no solo con fines productivos, sino también para
promover un comportamiento justo de diseñadores y consumidores.
FC: ¿Por qué moda y agricultura? Según usted, ¿qué conexión
existe entre ambas?IVF: Quizá las estaciones que tienen en común,
pero en la moda las estaciones son bastante agitadas y poco
naturales. La vida en contacto con la naturaleza me permitió darme
cuenta de que tenía que ir más despacio. No es que ahora trabaje
menos, simplemente tiendo a dejar a un lado el calendario para
hacer piezas únicas, intemporales. En mi opinión, la desaceleración
es un paso indispensable y necesario si queremos concebir un futuro
mejor. Pongo la misma atención en lo que cultivo que en lo que
diseño y creo que debemos preocuparnos tanto por lo que llevamos
puesto y lo que nos rodea, como por lo que comemos. Esa conciencia
impregna todos los aspectos de mi vida.
FC: Alguien podría argumentar que Carmina Campus tiene
algunos fallos en términos de ecología; por ejemplo, la huella de
carbono del transporte de materiales de Italia a Camerún y vuelta a
Europa. ¿Qué responde a eso?IVF: Ese es un problema que me he planteado y
el motivo por el cual todos los fabricantes de mis bolsos son
italianos. Este año he trabajado con existencias de tejidos de
compañías de aviación para fabricar bolsos destinados a señalar a
la atención el tema de las emisiones de carbono. Sin embargo,
pienso que la cuestión de las emisiones pierde importancia cuando
se trata de África. En mi opinión, África es el único lugar donde
ese problema debe considerarse de manera diferente, pues no se me
ocurre ninguna estrategia mejor para aumentar las oportunidades de
comercio y desarrollo.
FC: ¿Cómo encaja este proyecto en su historia
personal?IVF: Encaja perfectamente. La filosofía de mi
familia es que el trabajo forma parte esencial de la vida de una
persona. Yo tuve la dicha de poder elegir lo que quería hacer.
Siendo diseñadora me convertí en agricultora y cuando volví al
diseño reinventé las reglas de mi trabajo. Entonces, tuve
oportunidad de aplicar en él los mismos valores que guían mi vida
personal y eso me procuró una sensación de equilibrio. Creo que la
felicidad en la vida depende exactamente de eso.
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